Intelectuales y destacados profesionales acaban de firmar un Manifiesto en pro de las corridas de toros.

En él, se pretende sustentar su no abolición y prohibición, argumentando que se trata de un espectáculo “culto”, “tradicional” y virtuosamente ejemplar.

Frases como que las corridas de toros son “una tradición profundamente arraigada en el Perú criollo, mestizo y andino” y que no fomentan “una cultura de violencia entre los jóvenes”, sino “más bien, valores y capacidades humanas como la valentía, el heroísmo, la superación ante las adversidades, entre muchas otras”. O que “representan un elemento central de las fiestas patronales que, a su vez, operan como mecanismos integradores y de cohesión social y cultural” en el país.

O finalmente que, “Las corridas de toros son un espectáculo de masas que no generan manifestaciones violentas, ni actos vandálicos, agresivos o de fuerza dentro o fuera de las plazas de toros”.

Han sido sus principales argumentos.

Por ello, y conocedor cercano de aquella tradicional virtuosa y bravía fiesta, quisiera comentar que no estoy muy de acuerdo con dichos argumentos.

Así que aquí algunas reflexiones:

¿Una tradición mala debe mantenerse, por el solo hecho de ser tradición? ¿La evolución del hombre acaso no ha radicado en el cambio permanente para mejor dejando de lado costumbres (tradiciones) consideradas obsoletas, equivocadas o que han sido mejoradas?

¿Torturar y matar públicamente a un animal (no importa el motivo) es fomentar una cultura de paz entre los jóvenes?

¿Un torero es alguien virtuoso, que ostenta valores como la valentía, el heroísmo y la superación de sus adversidades, o es más bien un oportunista que sin más mérito que la audacia y la osadía, aunado a un ego enfermizo, arriesga su vida para diversión de un público morboso y mayoritariamente ebrio?

¿Es cierto que representa un eje central en las fiestas patronales, pero eso lo hace imprescindible? ¿Acaso no hay otros ejes más virtuosos o ejemplares?

Por último, de las decenas de corridas a las que he asistido, no existió una sola en la que no hayan tenido que intervenir los agentes de seguridad debido a actos violentos. Eso muy aparte de los actos violentos e incluso delincuenciales que se generan en el exterior.

Finalmente, al margen de mi opinión basada en mi experiencia y análisis, les dejo la siguiente pregunta:

Asumiendo que todo lo dicho en el “Manifiesto a favor de las Corridas de Toros”  sea cierto; Aún así ¿Vale la pena Matar por diversión, tradición, o enseñar algún valor?

Todos los hombres por más virtuosos que sean, tienen  vicios, taras y defectos. No me cabe duda que los grandes Intelectuales y Profesionales firmantes de dicho manifiesto, tienen entre sus perversiones a aquella llamada “Corrida de Toros”.